L@s yoguis idealizamos con un estilo de vida consciente, presente y meditativo… intentando no sucumbir ante aquello que nos generan ansiedad, estrés o inseguridad.
En este artículo vamos a abordar como el SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO (SNA) o VEGETATIVO condiciona nuestro rumbo de viaje, manteniéndonos ocupados batallando por sobrevivir frente a nuestros miedos y fantasmas, que percibidos por los sentidos desde el exterior, interioriza como reales.
Primero vamos a explicar que el Sistema Nervioso se divide en 2 grandes bloques:
– Telencéfalo: Anatómicamente se divide en 2 hemisferios (izquierdo-derecho) donde la corteza cerebral o cortex constituye la capa más externa. Cada hemisferio podemos organizarlo en 4 áreas que configuran los lóbulos cerebrales que trabajan compartiendo información.
– Diencéfalo: Se relacionan con el control de las emociones (sistema límbico), la supervivencia (instintos) y proceso de autocontrol del organismo (vegetativo). Está formado por:
-Tronco del Encéfalo: Controla procesos básicos como la respiración, el ritmo cardíaco, el sistema cardiovascular o la percepción de sonidos. Lo componen:
-Cerebelo: Interviene tanto en funciones motoras como en procesos cognitivos y emocionales.

(12 Pares Craneales) y desde la médula espinal (Nervios raquídeos).
Ya situados en el contexto anatómico y funcional, nos centramos en el SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO o VEGETATIVO, que forma parte del Sistema Nervioso descrito anteriormente con la particularidad de que como indica su nombre, se regula automáticamente, escapando a nuestro control. Se divide en:
Su principal actividad es regular funciones vitales mediante reflejos inconscientes, como son los ajustes hemodinámicos (Tensión Arterial o Frecuencia Cardíaca) o la propia automaticidad de la respiración.
El Sistema Nervioso SIMPÁTICO y el Sistema Nervioso PARASIMPÁTICO. Sus efectos sobre un mismo órgano son antagonistas e incidencias sobre todo nuestro cuerpo.
Se activa cuando el hipotálamo recibe un estímulo doloroso o emocional muy intenso que desencadena una reacción en todo el organismo de alarma o estrés. Prepara el cuerpo para la acción frente a un peligro real o imaginario. Esta respuesta prolongada en el tiempo puede derivar en estrés o ansiedad.
Alguno de sus efectos son: dilatación de la pupila, dilata los bronquios, acelera el ritmo cardíaco, estimula la liberación de glucosa, etc.
Este por el contrario, se relaciona con procesos de descanso o digestión, produciendo la disminución de la frecuencia cardíaca y de la ingesta de O2, ayuda a conciliar el sueño, aumentan los movimientos gastrointestinales, etc. con el objetivo de entrar en un estado de relajación y calma profunda.

El S.N.A se encuentra en permanente funcionamiento para mantenerse en auto equilibrio, sin embargo, nuestro día a día está lleno de estímulos externos que producen la hiperactivación del S. N. SIMPÁTICO como son una mala alimentación, café, drogas, falta de sueño…así como emociones tóxicas que nos generan estrés, ansiedad, inseguridad o depresión y nos van deteriorando la salud, a la par que condicionan nuestro comportamiento de forma totalmente inconsciente.
Como hemos visto el S.N. AUTONOMO funciona de manera involuntaria, escapando a nuestro control, por lo que la forma de despertar, de desconectar el piloto automático que nos condiciona y poder conducir nuestra vida es; en primer lugar, tomar consciencia de él, observando los síntomas que nos genera (ansiedad, preocupación, estrés, irritabilidad, miedo, angustia, etc.), para desde aquí poder modificar los hábitos o dinámicas que percibimos como amenazas o estresores y poco a poco recuperar el equilibrio y la paz interior.
Ten en cuenta que “aquello que ves cuando miras algo depende no tanto de lo que está allí como de lo que supones cuando miras”
Lo que percibimos desde el exterior por nuestros sentidos es la sombra subjetiva de nuestro mundo interior creado por la mente.
Es difícil aceptar que la mente crea nuestra realidad, pues de admitirlo reconocemos ser los únicos responsables de nuestro presente y eso, a veces duele.
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esde Yoguihotel.com entendemos que la práctica de asanas, pranayamas, una alimentación consciente junto con la meditación nos ayuda a equilibrar el S.N.A, relajando el cuerpo físico, desatendiendo los pensamientos banales para desde la claridad poder encontrarnos, observarnos en la más absoluta intimidad y sin juicios sólo SER.
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